La Invitada
Emma Cline
Emma Cline
El caso es que por el cumpleaños de mi novio, nos fuimos unos días a Landa -un hotel en la carretera de Burgos de camino a Madrid que recomiendo a todo el mundo con el que hable por varias razones 1) su comida 2) su sensación constante de que has nacido en la familia real inglesa y no en Logroño 3) su piscina cubierta que te hace reforzar esa sensación x10
Como siempre, me llevé varios libros porque nada es peor que tener un sólo libro para un viaje y que no te guste. Estás arruinando todo tu viaje. Siempre siempre, hay que llevar más de uno o dos.
No sabía nada sobre la última novela de Emma Cline, La Invitada, pero unos días antes, escuché una entrevista que hizo en el podcast Hotel Jorge Juan, hablando precisamente de la obsesión de la autora por las piscinas. Y es que estos escenarios de agua, funcionan como columna vertebral en toda la historia: conocemos las distintas cosas por las que va pasando Alex, a través del mar, de las piscinas o de las duchas de Long Island. Esa piscina de Landa de la que os hablaba, no pudo ser mejor lugar para leer este libro.
Lo que más me gustó de este thriller psicológico es que te adentras y conectas con un personaje (Alex, 22 años) del que en realidad, no sabes nada. Puedes intuir que es una escort, pero nunca lo menciona. Sabes que es una chica joven muy consciente de ella misma, de su poder de seducción con los hombres, de cómo la perciben, de su físico…. Pero no sabes por qué se comporta así, qué traumas ha tenido que le hagan actuar de esa manera. Ni si quiera sabes su apellido. El misterio y el arte de crear un personaje casi etereo, es lo que te adentra totalmente en la historia: te hace querer saber más de ella.
Me encantó el contraste que gritan de manera silenciosa los escenarios de la historia. Está ambientada en Los Hamptons y lo que aparentemente puede parecer lo que todos nos imaginamos: coches lujosos, personas jugando a tenis con un polo de rayas mientras el chofer les espera en la puerta o jardineros arreglando los ramos de peonias que hay en sus mansiones, en realidad esconden una profunda tristeza y soledad.
Y en esa apariencia y clichés, también existe un tema principal de la narrativa: la tensión entre las distintas clases sociales y cómo Alex, quiere integrarse en ellas, sin importar cuál es la escala. Para ella, todo es una transacción, de ahí que en ciertos momentos parezca que no tiene ningún tipo de sentimientos. Está totalmente disociada de la realidad porque sólo quiere cumplir sus deseos inmediatos.
En la entrevista, Emma también hablaba de algunos personajes que le habían inspirado para contar esta historia y me encantó la referencia al personaje Mr Ripley. Alex tiene cosas en común con él: es una forastera que intenta infiltrarse en un mundo al que no pertenece -de ahí el título del libro que no me puede parecer más acertado.
Cuando creía que no podía ir más lejos, daba un paso más. Cuando creía que ya iba a rendirse, volvía a maquillarse, ponerse sus perlas y ropa de lujo y fingía que nada había pasado. Ese autoengaño es lo que le hace a la protagonista sobrevivir. No sabía si odiaba o quería a Alex -su moralidad en muchos momentos era bastante ambigua pero durante las 300 páginas me mantuvo en vilo, Emma logra penetrar en un personaje que se mueve fuera de los límites esperados, manteniendo los temas estrella para ella: la experiencia de ser chica, las relaciones entre hombres y mujeres y el poder sexual, las reglas sociales…
En cuanto al final -no haré spoilers- pero hubo mucha polémica y sinceramente, no entiendo por qué. Me pareció el final más acertado y como la propia autora dice: “el único final cierto es la muerte, todo lo demás es continuidad. me interesan las historias que saben que la vida es desorden”
PD: La novela en la que se inspiró Emma Cline para esta historia es El Nadador de John Cheever (ya está en mi lista de próximas lecturas)
Note
“Pero luego, como todos los sentimientos, pasó.”
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