Todo final es un comienzo
Dolly Alderton









Conocí a Dolly Alderton con un libro que probablemente todo el mundo conoce ya o lo ha visto en cualquier librería, tablero de Pinterest o en la última publicación de alguna influencer que pretende hacernos ver que lee (“Todo lo que sé sobre el amor”) Esta primera novela, me encantó: me recordó a Nora Ephron pero viviendo en la generación millenial, divertida, salvaje y un fenómeno que se convirtió poco a poco en el libro que todas las chicas de mi edad, tenían en su mesita de noche.

A pesar de todo esto, tengo sentimientos encontrados con esa novela y se que probablemente sea porque se ha vuelto tan masiva que me aburre un poco. Oh Dios, estoy siendo esa clase de persona, si.

En fin. Precisamente porque el talento de Dolly Alderton para escribir cosas cotidianas con humor y brillantez es excepcional, me encantaría poder poner en valor otras novelas que también ha escrito y quizás no son tan conocidas.

En concreto, su última novela “Good Material” que, a diferencia de todas las demás, escoge un narrador masculino, Andy -un comediante inglés de 35 años, que acaba de ser dejado por su novia, Jen.

Lo que me gusta de Dolly y en particular de este libro es que da su propio toque a la clásica historia de comedia romántica. Ya no es una novela de una chica de 28 años que quiere gritar toda su vida desde los tejados de Londres sino que es una historia de desamor vista desde otra perspectiva o más bien, desde más de una ya que al principio, narra la historia de Andy pero luego sorprendentemente, también expone la versión de su ex novia, Jen. Esto también, nos hace ver la otra versión y lo egocéntricos que podemos llegar a ser en una relación, enfocándonos únicamente en nuestro dolor e ignorando el de la otra persona.

Es una novela muy introspectiva que ahonda en los detalles de un desamor pero al mismo tiempo, nos muestra cómo es estar soltero en una cultura que parece estar diseñadas para parejas, en los tiempos que nos marca la sociedad y en cómo las relaciones humanas -amorosas o no- pueden cambiar la vida. Que la elección del protagonista fuese un hombre y toda la historia esté escrita a modo diario, no es casualidad. Yo, siendo mujer, pude adentrarme en los sentimientos y vulnerabilidades que un hombre tiene -también- en una ruptura. Y esas vulnerabilidades, pasan desde el hecho de hacerse fotos cada día para ver cómo evoluciona su calvicie hasta sentirse miserable por visitar a todos sus amigos con hijos pequeños mientras él sigue soltero. Con esto, tal y como ella dice “descubrí que hombres y mujeres somos similares en cómo sentimos el desamor”

Si hay algo positivo en cualquier ruptura, es que tienes un pase libre para lamentarte indulgentemente sobre lo que quedó atrás. Este libro te adentra en cómo Andy, hace uso de sus recuerdos, casi a modo de terapia ¿Exteriorizar el dolor personal nos hace lidiar mejor con ello? Todavía no lo sé pero gracias a ello, muchas personas nos podemos sentir más conectadas con lo que sentimos.


Nota

“No sueltas una vez. Ese es tu primer error. Dices adiós a lo largo de toda una vida. Quizás no hayas pensado en ella durante diez años, pero luego escucharás una canción o pasarás por algún lugar al que fueron juntos, algo saldrá a la superficie que habías olvidado por completo. Y dices otro adiós. Tienes que estar preparado para soltar, soltar y soltar mil veces.”


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